Selección de Massiel Torres Ulloa

La Sabina

A la vecina de la casa contigua le preocupan las cortinas. Pero mi tía siente a veces que la llama una sabina de esas que en Amina precedió al hambre y a la gente. Pone cortinas toscas en toda la casa diciendo que el llamado es una imagen que se cuela por la ventana. Por pura superstición, y para prevenir el arranque que tal llamado compete, cuelga cada vez más cortinas, y olvida el sofoque en las brumas de píldoras, llantos, leggins estrechos y elaboradas manicuras. Por varios días hace ritual todo lo que previene desmontar las cortinas, y pensar si quiera la posibilidad de cavar entre las raíces de esa sabina–excusas domésticas más leves que el desarraigo mismo del exilio en Boston.

“Lo veo cada vez más grande cuando corro la cortina”, dice cuando la excusa era un trozo de plátano hervido y una taza de café con leche casi tieso.

Por no quitar las cortinas, cuando saltó, no nos dimos cuenta hasta el otro día.

Deshonra

Yo nunca he podido volver a comer arenque. Pero esta historia empieza mucho antes de mi, posiblemente cuando mami tenía seis o siete años y se quedó en la capital con tía por un mes y pico. Creo que era la primera vez que salía del Carril. Tía ya estaba casada con su primer marido, y ambos le tenían un amor mañanero al romo amargo y al delirio. En uno de sus desplantes alcohólicos, tía se las ingenió para olvidarse de mami, dejando a la niña a merced del caluroso encierro de su casita en Los Guandúles.

Tía regresó a la casa cuando las nubes brillaban naranjas. Para entonces, a mami no le quedaba voz a raíz de un laborioso día de llanto por hambre y la sospecha de un abandono inminente. Viendo a la niña tan destruida, y quizás a raíz de un atisbo de culpa borracha, tía

agarró dos plátanos frondosos y los apuntó hacia mami casi como una amenaza. Salcochados, los acompaño con un mas de la mitad de un salami Induveca frito, y sentó a mami a comérselo todo, consumiendo en venganza absurda lo que quedaba del día.

Lo recuerdo como mi recuerdo cuando huelo arenque, entendiendo que mami me clavara la cara en el locrío como respuesta a mi reclamo infantil era solo un peldaño en la escalera de una venganza que nos precedía, tanto a mí, como a ella.

Incendio

Guillerma siempre supo que Fela le prendería fuego a su casa. Estaba escrito en la forma en que la miraba: no pestañeaba. Fela la seguiría a todas partes, todos lados, recordando que lo mejor que podía hacer era entender su lugar de negra, y dejar ir al hijo, “embrujado”. Así que cuando la casa ardió y no pudieron salvarla, Guillerma suspiro viendo cómo se desintegraba su montoncito de nada.

Godiva

Una historiadora cuenta que Bartolomé le cortó la lengua a una mujer por decir que Colón, y por ende él, eran gente de baja estatura (cosa que puede que haya sido verdad fisionómicamente, pero no tengo los datos así que lo dejo para después). Oh sí, sí, estatura social, eso… la cosa es que antes de cortarle la lengua la pasearon desnuda encima de una mula por lo que había de la colonia en ese entonces. Una Godiva canela a contra voluntad por cruel soberbia. Imagínalo mientras buscas su nombre. Imagínatelo si lo encuentras.

Sobre la autora

Massiel Torres Ulloa es una educadora, traductora y escritora dominicana radicada en Boston. Actualmente cursa estudios de doctorado en Lenguas y Literaturas Romances en la Universidad de Harvard, donde se especializa en el estudio de la resistencia y las revoluciones caribeñas. En su práctica literaria, Massiel entrelaza archivos históricos y personales con la ficción, centrándose en las tradiciones orales afrocaribeñas y en las prácticas literarias, filosóficas, políticas y artísticas de las mujeres negras. Massiel ha publicado tres relatos cortos, “El Cazador de Ciguapas” (2014), “El Arte de La Pesca” (2016) y “El Simulacro” (2017). Su obra también puede encontrarse en Kalfou. Dedicada a la escritura y a la práctica creativa como medicina, Massiel ha trabajado en varias iniciativas centradas en el desarrollo creativo y el acceso a la educación artística tanto en escuelas como en espacios de rehabilitación. Este trabajo con la comunidad informa su activismo y pedagogía en espacios académicos.


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